Solos II

Un comentario a una antigua entrada me hizo releerla y he pensado en completarla un poco. En aquella planteaba la construcción histórica de la soledad, hoy quiero plantearme un poco más sobre su "realidad".

La pregunta que me ronda la cabeza después de haber estado 3 días en un congreso sobre educación inclusiva -cambiar las aulas para que quepan todos, incluidas personas con discapacidades- es si es mejor el individualismo o el comunitarismo, o si al final todo depende de la suerte que hayamos tenido en el reparto de las personas que hay a nuestro alrededor.

Pensaba en ello porque precisamente en estas jornadas, se pedía que todo el mundo hiciese un esfuerzo -que luego redundará en su beneficio- para que las personas con discapacidad puedan ser autónomas e independientes.

Prácticamente al final de la conferencia, una joven decía Quiero cambiar la situación de las cosas, y necesito la ayuda de todos ustedes.

Creo que aprendemos a vivir en un equilibrio precario, en el que cada uno somos o nos consideramos responsables de nuestra vida, pero donde al fin y al cabo nos vemos afectados -y eso también lo notamos- por lo que hace la gente a nuestro alrededor.
¿Cómo construir una lógica existencial del estar acompañados, o de la pertenencia? ¿Existen ya? Seguramente sí, y haya casos en las "lógicas" africanas, orientales o asiáticas ¿cuáles son las ventajas y desventajas de estas lógicas?

En fin, me tengo que ir y no puedo escribir mucho más, o reflexionar en profundidad sobre ello, pero si voy descubriendo algo, lo dejaré saber.

¡Un abrazo y mucha paz y amor!