viernes, noviembre 03, 2006

¿Qué es el hombre?

Obviaré la pregunta que se me plantea a continuación, es decir, ¿por qué el hombre tiene necesidad de definir todo constantemente?, que podría ser tema para otro post, porque creo que esta ya da suficientemente de sí.


Hay dos tipos de definiciones, la negativa y la afirmativa. Cuando se define negativamente, se dice lo que el sujeto de definición no es; cuando se enumeran los atributos que caracterizan a lo definido, entonces es una definición afirmativa.


Las definiciones aparecen cuando el hombre se pone a reflexionar, a querer saber lo que son las cosas, en lugar de limitarse a interactuar con ellas, y esta pregunta que yo planteo tiene que ver con la búsqueda de la propia identidad.


Aristóteles dio un par de definiciones positivas: el hombre es el animal racional, el hombre es un animal político. También propuso un par de definiciones negativas: los esclavos no son hombres, las mujeres no son hombres. Vemos como el conocimiento se va construyendo por oposiciones.


Yo destacaría tres importantes oposiciones: el hombres frente al primitivo, frente al animal y frente a la mujer. En todas andaba de por medio la tan manida racionalidad, considerada como un don divino y que hacía sublime al hombre civilizado. La crisis de la racionalidad llega con el siglo XX, con sus dos guerras mundiales y los regímenes fascistas, que pretenden conseguir un mundo perfecto a golpe de razón -que aparentemente dictaba que todos aquellos hombres que no se adaptasen a la racionalidad del poderoso de turno debían desaparecer, para que la racionalidad se fuese instaurando lo más rápidamente posible-.


A día de hoy la ciencia -bueno, muchas corrientes científicas, mejor dicho- acepta la igualdad entre los hombres -sean “occidentales” o no- y entre varones y mujeres. La discusión se centra ahora en torno a la relación que hay entre hombres y animales -aunque el ser humano se definiese como animal, el génesis le había enseñado que era el cúlmen de la creación-, y si éstos deben tener derechos que los protejan o no.


A día de hoy se oye hablar del proyecto Gran Simio en las cortes, y no han desaparecido los movimientos activistas a favor de un mayor respeto por nuestros congeneres, y eso me da alegría y esperanza -supongo que como mujer que soy, es decir, parte de los grupos marginados históricamente en su afán por ser tratados con dignidad y humanidad-. Y me apena que los cambios no sean más rápidos y generales, hay mcuha gente que sigue apegada a las viejas teorías, pero no me dejo engañar: por más razones que den, estas cosas no son una cuestión de razón, sino de poder. Es siempre muy agradable disfrutar de las ventajas que te da el considerar que eres mejor que los demás sólo porque tú lo has definido así.


2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Y qué es la mujer?

5:22 a. m.  
Blogger Laura said...

Me iba a poner a estudiar, cuando me he visto interpelada por esta estupenda pregunta!
Sinceramente, no sabía por dónde comenzar, así que acudí a lo clásico: el diccionario de la real academia. Atención a las definiciones que he encontrado ahí (he seleccionado la primera que daban):
mujer: persona del sexo femenino
varón: criatura racional del sexo masculino
hombre: ser animado racional. Bajo esta acepción se comprende todo el género humano
hembra: animal del sexo femenino
macho: animal del sexo masculino
persona: individuo de la especie humana

¿Un poco extraña la manera de distinguir el varón de la mujer, no? En cualquier caso están estos términos que se repites: masculino, femenino. ¿Qué es eso? ¿Se refiere a la dotación cromosómica? A mí me cuesta responder sin vacilar cuándo me preguntan por el sexo de mis gatas, porque están esterilizadas. Lo cuál introduce otro nivel de complejidad, la capacidad de reproducción. ¿No eran antes las mujeres consideradas incompletas si no tenían hijos? ¿No supone también un menosprecio de la masculinidad aún el ser infértil –aunque, como señala Heritier, al hombre se le acusa de impotencia, no de infertilidad-?
¿En dónde encuadrar igualmente a esas personas que portan los cromosomas XY pero, que por no tener receptores de testosterona desarrollan formas femeninas, hasta el punto de que son precisamente estas personas las que encarnan el ideal de belleza femenina?
¿Qué es la mujer? La mujer es, como el hombre, como el varón, una idea, un concepto que existe sólo en la medida en que es empleado en la comunicación. La pregunta es entonces ¿cómo se usa? ¿para qué se usa? ¿Se usa para degradar? ¿Para ensalzar ciertas virtudes o vicios? ¿Para postular diferencias donde éstas parecen existir sólo en la medida en que son enunciadas y creídas, en la medida en que se convierten en verdades no refutadas que condicionan nuestras acciones, nuestro comportamiento para con otras personas?
Hace pocos días (qué pena no haber recortado y conservado el artículo!) salía en un periódico de la prensa gratuita que se reparte en Madrid un artículo sobre un libro publicado por un señor que antes era una mujer, y que trata de demostrar que si la ciencia ha tenido más personajes célebres masculinos que femeninos se debe exclusivamente a condiciones estructurales, nunca a una incapacidad de las mujeres para desenvolverse en este campo.
Ahora hay corrientes que afirman que ciertas capacidades habitualmente atribuidas a la “naturaleza” femenina son las que caracterizarán a las empresas del “siglo que viene”. Si la economía lo exige, seguro que dentro de poco los varones serán también sensibles, abiertos al diálogo y cooperantes. Adaptarse o morir.

4:52 p. m.  

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